El nombre de este proyecto tiene que ver con la idea de los “ciclos”, ciclos que abundan en la naturaleza y que por ende atraviesa nuestra materia prima, la lana. Luego de ser extraída de la oveja, esta pasa a las laboriosas y sabias manos de nuestras artesanas para ser hilada con una habilidad innata que se ha transmitido de generación en generación y que merece todo nuestro respeto y admiración.

Una vez convertida en madejas es cuando empieza nuestro trabajo que consiste inicialmente en darle color y vida imprimiéndole los tintes de la naturaleza. Es así como a través de un proceso muy natural en el que participan el agua de lluvia, las raíces, cortezas, hojas y frutos de nuestros árboles, los mordientes y el fuego, les transmitimos tinturas propias de la pachamama.

Luego enfrentamos el desafío de entrelazar ests colores para crear nuestras prendas que cubrirán ahora otro cuerpo, el del hombre, volviendo así la lana a su rol primitivo, el de abrigar, proteger, cobijar. Cerrar el círculo, siempre con el mas profundo compromiso de preservar lo natural y de alguna manera volver a nuestros orígenes.


sábado, 6 de noviembre de 2010

“Después de que el dios Kooch creó al mundo, pensó en crear a los hombres y mujeres. Les dio vida entonces, pero los encontró desprovistos de abrigos que cubrieran su piel y los protegieran del frío o del extremado sol.
Para ello les dio un poder especial a las mujeres quienes eran las únicas que podrían hilar y seleccionar las hierbas para teñir las lanas que finalmente servirían para confeccionar la vestimenta de cada uno. Enseguida se organizaron y se dejaron guiar por la luna en la recolección de frutos y hierbas que hicieran de cada prenda no sólo un abrigo sino también un escudo de protección para cada miembro de la comunidad, ya que en cada una se fusionaban la energía de la tierra y de la luna.”